-Nunca había sentido algo así.
-¿Qué cojones te pasa? Vamos idiota, coge las putas cuatro
baquetas y sigue tocando.
-¿Es que no lo ves? Podría dejar la mente en blanco y
sonaría igual, parece magia.
-¿Magia? ¡Es música, inútil!
-Piénsalo un momento. He tocado este instrumento de mil
formas. En días buenos y en días malos, con dos o con cuatro baquetas y con
ganas o sin ellas. He llegado a tener una técnica decente y lo he hecho mucho mejor que ahora. Pero es que esto, por algún extraño motivo, es increíble.
-¡Déjame que me ría! Y ahora es cuando me dices que todo es
porque estoy yo aquí.
-¡Olvídalo!
-Vete con ese cuento a otra, anda.
- Ya me callo, tranquila. Pero creo que algún día te
acordarás de esto, cuando alguien no pueda ver tu magia.
-¿Por qué?
-Porque las cosas que se retrasan son las que llegan con más
fuerza.
Y también las que
nunca se olvidan
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