- ¿Cómo sería tu mundo perfecto?
- No lo sé. Creo que directamente la perfección no existe.
- Entiendo. Pero, si lo pudieras crear por ti mismo, dentro de
tu cabeza... ¿cómo sería?
- Sería el fin del mundo.
- ¿Por qué?
- Porque lo divertido del mundo son sus imperfecciones.
- Sigo sin entenderte demasiado.
- Veamos. Pongamos un papel en blanco y dibujemos allí el
paisaje que más nos guste. Después pongamos alrededor a las personas que
queremos y todos nuestros hobbies y pasiones. Ese es el mundo en el que
piensas, ¿no?. Yo creo que no sería interesante, ni mucho menos divertido.
- Pero eso no tiene sentido, ¿cómo no va a ser divertido?
- ¿No lo entiendes? Para que lo bueno sea bueno tenemos que
compararlo con algo peor. Para disfrutar completamente tenemos que haberlo pasado
mal en algún momento. Se trata de que llueva y para que luego salga el sol.
- ¿Y?
- Y eso es la verdadera vida. Algo así como un despiadado
país de las maravillas. Por eso, aunque el mundo sea complicado, si lo intentamos, la
vida puede ser maravillosa.