17 nov 2013

Contaminación acústica

Sigues llegando igual que el frío, sin avisar, como si supieras que la vida es un poco más agradable desde que no tengo tiempo para mí (ni para ti). Vuelvo a tener los pies helados y la luna vuelve a mentirnos a lo grande desde el cielo. A veces me tapo los oídos, pero eso no hace desaparecer el ruido. Además, ya sabes que el orden de los factores siempre alteró nuestro producto.

-¿Has sacado la basura?
-Creo que ya te lo imaginas.
-Siempre igual, joder. ¿No sabes que hoy me tocaba a mí?
-Lo sabía, pero lo he hecho sin pensar.
-¿Sin pensar?
-Sí, es una sensación rara.
-¿Me quieres explicar las cosas de una vez?
-Vale. Supón que las mejores cosas de tu vida te han pasado de repente, sin pensar.
-¿Y el resto?
-El resto, lo que se ha ido a la basura, ha sido única y exclusivamente por mi extraña manía de darle la vuelta a las cosas. Y hoy, he querido sacar la basura antes de llenar la bolsa de este absurdo ruido.
-¿Y cuál es el problema?

-Que a pesar de todo, me considero una persona reflexiva.

"Lo dejaré estar un tiempo y luego se irá, porque el ruido siempre vuelve. Porque el ruido siempre está ahí y reclamará su espacio de manera natural" - Zahara

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