10 sept 2012

Sobreexposición


Cuando tenemos 8 años podemos realizar las cosas más extrañas del mundo, pero aunque pensemos que no, estamos creando nuestra personalidad paso a paso. G, por ejemplo se dedicaba a dar conciertos en su casa en una batería improvisada. Y además le gustaba mandar invitaciones porque sino la cosa no tenía tanta gracia.

Supongo que sería una de esas cosas inexplicables de G, al que le gusta esconderse en casi todas las situaciones excepto en aquellas donde más expuesto al público está. Se trata de algo así como su número de serie, el que lleva cualquier instrumento manufacturado por el paso del tiempo.

Y en esas G ha forjado su personalidad. Y esta semana, donde va a volver a sentir esa maravillosa sensación de estar expuesto, pero al mismo tiempo de saber que puede cambiar el estado de ánimo de esos a los que está expuesto, no le pasan las horas para que llegue.

8 sept 2012

Valientes


A veces escondemos demasiado las cosas y cuando las sacamos a la luz todo parece demasiado importante. A todos nos gusta refugiarnos en nosotros mismos, como las tortugas. Aunque ellas, aunque parezca mentira, no siempre están dentro de su caparazón

Y es duro pensarlo, porque son frágiles, su escondite es frágil. Pero sin embargo ellas se muestran muy seguras, o así lo tienen asumido. Y sus depredadores también se lo creen, o no se lo creen, pero dudan al verlas tan seguras de sí mismo.

Al final, aunque parezca que la ignorancia nos vuelve vulnerables, muchas veces nos convierte en valientes y eso es de todo menos malo.

3 sept 2012

Taras


A veces pagaría por dormir bien e incluso por pensar menos. Pero entonces supongo que no sería yo. Todos, y cuando digo todos me refiero a todos los habitantes de la faz de la tierra, nacemos con una tara encima. Como un juguete defectuoso.

Sí, ese que a todos le funciona bien, menos a nosotros, y se nos enquista. Y cuando las cosas se enquistan se complican demasiado. Y se enredan, y se vuelven a enredar, como en una cadea de ADN difícil de descifrar.

Supongo que todos debemos aprender a vivir con ello, o a mitigarlo mediante otros extremos. Dicen que la ciencia tranquiliza, y que al arte se le deja el campo del desasosiego y la inquietud. Y es así, porque como nosotros también tiene una tara de serie para superar. Y septiembre puede ser un buen mes para superar la mía.