Suena la música. Y tú conduces, sin rumbo, dando un rodeo que solo sirve para volver al principio. Hace frío y ya son muchos días
bajo cero, como una plaga que una vez instalada solo puede hacer una cosa:
crecer.
Tu terapia de grupo te recomienda no salir de casa, pero lo
haces. Todos intentamos sonreír más, aunque solo sea otra forma de boicotearte. Quizás es que te
has olvidado que la victoria es pasajera. Y la derrota, adictiva.
La vida es un test continuo, en el que aparecen los
problemas en la pregunta más elemental. Has crecido, lo sé, pero crecer no debe
limitarse a ser más responsable o a mantener(se) la distancia de seguridad.
Crecer es aprender a vivir en paz con el pasado.
Porque es tan fácil de
decir, como tan difícil de aceptar
No hay comentarios:
Publicar un comentario