Desayunar a las cuatro de la tarde un puñado de buenas intenciones puede ser un buen comienzo para hoy. Pero lo mejor, es pensar en lo que viene ahora. Porque llega el tiempo de perderlo, de imitar a Miles en los ratos libres y en los no tan libres, de coger swing a base de que mis vecinos me odien, de saber porque Kafka se acerca a la orilla, de aprender a hacer radio en buena compañía, de nuevos proyectos, de soñar con ascender, de disfrutar de los de Santiago y los de Ponteareas a todas horas….en resumidas cuentas llega lo bueno y punto. Y ya es hora de empezar a disfrutarlo.
1 comentario:
Di que sí, Gonza! Qué ganas de hacer cosas despiertas! :)
Yo aún no sé por qué Kafka se acerca a la orilla, aún estoy descubriendo cómo el pájaro da cuerda al mundo... ;)
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