Volver a casa como si nada hubiera pasado no es tan fácil. G
lo sabe. Ya se lo decía su padre, irte es muy fácil pero volver ya es otra
historia. Una historia a la que debes
darle forma y en la cual rellenar paréntesis temporales puede ser una tarea
complicada.
Sin embargo, todo parece muy fácil. Todo sigue en su mismo
sitio. Las calles, los edificios, la señora del quinto, su marimba, su bar
favorito y ellos, su segunda familia. O los que muchas veces han sido la
primera, en muchos de los momentos importantes.
Pero las cosas han cambiado. Vivir cosas nuevas cambia a la
gente. Las ambiciones y pensar en futuro también. El lugar donde se viven esas
cosas claro que también. G se lo imaginaba pero nunca creía que las cosas
llegarían hasta tal punto, aunque ciertas cosas jamás dejarán de estar en su
sitio.
En resumen, G cree que ha madurado demasiado. Y eso no es ni
bueno ni malo, simplemente tiene sus matices. Y sentirse un extraño en casa es
uno de ellos, aunque estar allí con la otra familia siempre será un placer pase
lo que pase.
No hay comentarios:
Publicar un comentario