Nunca entendiste aquella metáfora. Te la repetías de vez en
cuando, como si así pudieras arreglar algo. Y luego dormías, como si nada,
mientras yo me asomaba a la ventana a buscar respuestas en el cielo. Supongo
que eso es lo que hace la gente normal cuando no puede dormir.
¿Sabes cuál es el problema? Que por las noches quién
gobierna en el cielo es la luna. Y es preciosa, pero no es más que una mentirosa
compulsiva.
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