13 may 2011

Cerrando el círculo

- Nietzsche tenía razón. Él predijo que los acontecimientos se repetían de forma cíclica, como en un eterno retorno y que debíamos de tener cuidado de no cometer errores porque en la siguiente ocasión sería muy difícil de rectificar. Nietzsche era un visionario como tantos otros.
- ¿Qué tiene que ver Nietzsche en todo esto?
- Mucho. La filosofía puede serlo todo o no valer absolutamente para nada en esta vida, pero la de un hombre que decía que sin música la vida sería un error creo que debería de ser tomada en cuenta.
- ¿Y eso condiciona toda una filosofía?
- No, ni mucho menos, pero eso no quita que en este caso tuviera razón.
- A ver, ¿por qué tenía razón?
- Imagina un examen, pero no un examen cualquiera. Imagina un examen práctico cualquiera donde rectificar es imposible. He hecho muchos exámenes de ese tipo en mi vida y en todos me pasa practicamente lo mismo.
- ¿Lo qué?
- ¿Lo qué de qué?
- ¡Qué te pasa en esos exámenes!
- Pues nada. Que empiezo muy seguro de mi mismo, pensando que todo va a salir genial hasta que cometo un error. Si hay suerte y no meto la pata todo sale perfecto de principio a fin, pero si cometo un error todo se viene abajo, como si perdiera la confianza de un momento a otro.
- Pero un error así no debería tener importancia. Solo se trata de superarlo y seguir igual.
- Pues para mi la tiene, y por eso digo que Nietzsche tenía razón. La primera vez que ocurrió no supe como reaccionar, y ahora es difícil acertar en lo que hemos fallado en el pasado cuando se repite. Esos exámenes a veces se parecen muchísimo a las relaciones, o por lo menos a las que yo conozco. Todo va sobre ruedas hasta que cometo un error y todo se viene abajo.
- ¿Y eso tiene solución?
- Supongo. Será cuestión de aprender. Creo que últimamente estoy creciendo demasiado y eso puede ser bueno o malo. Pero espero que con eso sea capaz de contradecir a Nietzsche por una vez. Sólo es cuestión de intentarlo.

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