1 mar 2011

.


Será porque hace sol, será porque me quedan 6 horas sentado en esta silla, más otras tantas por la tarde sentado en otras, pero el caso es que se me han venido de golpe todas las ganas de tocar. Como cuando pasas por delante de una tienda, observas algo que te gusta y sientes la necesidad imperiosa de entrar a comprarlo.

Y hoy es un día extraño, donde parece que todos los microorganismos se han puesto de acuerdo para impedir que las agujas del reloj avancen rápido. Donde las nubes parece que todavía no tienen ganas de dar la bienvenida al sol y donde echar de menos sigue siendo un deporte muy malo.

En el fondo no deja de ser lo mismo de siempre. Ya son dos años donde el único mono que conozco es el de marimba y vibráfono. Sí, como si fuera una droga dura. Y escribir, es algo así como la metadona.

1 comentario:

Unknown dijo...

Una vez más, genial Gonza ;)