9 feb 2011

La vida y el tenis

A veces pienso que la vida es algo parecido a un partido de tenis. Sí, así de sencillo y extraño como suena. La vida se compone de pequeños momentos, así como el tenis se compone de pequeños puntos que debemos ir sumando para ir creciendo. Si todo sale bien tendremos puntos o momentos fáciles pero también existirán momentos malos, donde toque sufrir y salvar puntos de break. Puede haber momentos espectaculares pero también errores garrafales que querremos olvidar cuanto antes. Por supuesto también tendremos momentos de gran confianza y otros donde pasaremos la bola con miedo, para no fallar. Al fin y al cabo es algo parecido, ya que sabes cuando empieza pero nunca cuando acaba, por lo tanto debes de intentar hacerlo lo mejor posible, pase lo que pase.

Pero eso no es lo más sorprendente. Lo curioso es que ambas cosas dependen en determinados momentos de la suerte. Nos cuesta reconocerlo, pero en ciertos momentos el destino de nuestras vidas depende única y exclusivamente de la suerte. Tiramos una bola importante, en la que ponemos todas nuestras esperanzas y entonces se engancha en la cinta. Si cae al otro lado ganaremos y si cae al nuestro habrá que resignarse a perder. Son momentos de esperanza y angustia a partes iguales, donde hipotecamos todo a eso que no se puede controlar, la suerte.

En mi caso parece que la bola siempre queda de mi lado, que ese golpe de suerte no termina de llegar, pero tengo muy claro que es sólo cuestión de tiempo. Será que habrá que pillarle el truco, tirar con más fuerza o incluso con más efecto para que la bola pase la maldita red. Porque la suerte, como todo, hay que buscarla.

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