30 jul 2014

Pequeñas dosis de realidad (vol. 4)

El tiempo tiene prisa. Los aeropuertos cancelan vuelos casi todos los días. Y los aviones han empezado a perder el rumbo. Las oportunidades se van a al limbo. El ron hace daño. Los hielos, también. Los discos se rayan. Y sigo sin encontrar aquel vinilo que tanto nos gustaba. Las dictaduras en primavera nunca fueron positivas. Porque el verano se vuelve pegajoso. Los viajes de ida y vuelta ya no tienen sentido porque nadie te espera en la estación. Echar de menos sigue provocando las peores agujetas del mundo. Nada dura toda una vida. Ni toda una vida es suficiente para nadie. Las baquetas se rompen y siempre acabo tocando la nota a evitar. Siguen los recortes en sueños e ilusiones. Las gafas de sol no tapan las ojeras. La rutina es tedio, y el tedio no cabe en mi rutina. Los semáforos están en rojo si los miras. Los baches están donde menos te lo esperan. Los perros muerden. Y los gatos son muy perros. Los malos son muy malos y los buenos, a veces, no son tan buenos.

Y si te disparan sangras. Aunque tarde o temprano te acabes(n) curando.


 Porque las cosas fáciles nunca pueden llegar a ser maravillosas

15 jul 2014

Soñar con volver a fallar

Llevaba toda la tarde preparando aquello. Con filosofía, como ese alumno aplicado que cumple todas sus tareas de la escuela sin rechistar. Todo tenía que salir bien, por una vez, y me imaginé una noche de película; de esas donde hasta el más gilipollas se sale con la suya….

Llegas tarde, pero no importa, porque lo que importante es que llegas.  Y la casa lo nota. Las velas se empiezan a derretir con tu mirada, la luz se pone del color de tu piel y el equipo de música decide entonar una canción perfecta para ti.

Te sientas, en una silla que se queda coja cuando la tocas y me dices que todo está perfecto. Que te gustan los platos, la cena, los cuadros de todas las ciudades a las que te quiero llevar….y hasta el gintonic de garrafón.

Entonces llega mi momento y te mando callar para que escuches como Nat King Cole toma aire para cantar Pretend. Y te ríes como nadie,  mientras la prima de riesgo alcanza máximos históricos. Y te informo, y te vuelves a reír y se te llena la cara de orgullo y magia mientras todo parece hecho. Hasta que suena el móvil. Y te levantas y te vas como si nada hubiese pasado.

Porque estabas orgullosa de todo, menos de mí.


"En mi irremediable manía de anticiparme, yo ya estaba haciendo planes en tu boca" - Diego Ojeda