22 abr 2014

Volver para crear, o creer para volver

Volver con libros de más,
y sonrisas de menos.
Volver con tus dudas, tus miedos,
con tus ganas de todo, menos de mí.

Volver como un niño
que viaja a tu parque de atracciones.
A la montaña rusa del “casi”
y a la caída libre del “nada”.

Volver con mil excusas baratas,
pero que solo son mías.
Esa tontería de encontrarse en la playa
y volver en un mar de dudas.

Volver para fallar,
como el que improvisa buscando la nota a evitar.
Volver por tus calles,
sabiendo que hoy tampoco me dejarás entrar.

Volver para creer,
conduciendo en una sola dirección.
Como el funambulista
que se aferra a un verbo por convicción.

La convicción de crear,
mi convicción de creer.
Para que por una vez,
sea a ti a quién le toque volver.



“El verbo creer es un verbo especial, el más ancho y el más estrecho de todos los verbos” – Almudena Grandes

14 abr 2014

Bandera blanca

Me gusta esta playa. No tiene arena importada del Caribe, ni una bandera azul a la que rendirle tributo. Tampoco recibe ofertas para posar como modelo en una guía turística, pero aquí me siento bien. Es algo difícil de explicar....como la física, las matemáticas o buscar algún motivo lógico por el que me gustas. Somos así de complicados. Piénsalo, vengo a la playa a buscar respuestas en la arena y me voy con un mar de dudas.

Espera, creo que ya lo tengo, esta playa es mi casa. Ese comodín que me saco de la manga cuando me pierdo en el juego de la vida.  Un lugar que siempre espera por mí, ya que todo sigue igual en esta parte del mundo. Las olas, el tiempo y las personas. Es mi institución de bandera blanca, embajadora de todas las treguas. Además, este podría llegar a ser tu oasis favorito porque aquí siempre encajan las piezas de mi puzzle.

-Muy bien. Me alegro. Pero ya estás huyendo otra vez. ¿De qué te sirve?

-Huir no soluciona los problemas, pero sirve para relativizarlos. Y visto lo visto, de momento no es poco.


"Se puede huir de todo menos de lo que se pierde" - Haruki Murakami

7 abr 2014

Fecha de caducidad

Despiertas y no sabes muy bien donde estás. Das otra vuelta en cama y solo recuerdas ese chupito innecesario que te produce dolor de cabeza. Tienes ganas de cambiar y dejar sin trabajo a tu rutina. Te pasa muchas veces, pero en el fondo te da igual. A fin de cuentas, siempre tienes alguien al lado cuando te despiertas. Y así todo es un poquito más fácil.

Soy ese yogur que tienes en el fondo de la nevera. Esa última opción escondida, que no sabes muy bien que hace allí, y que no tiras más por pena que por cariño. Un recurso sin sentido, porque sabes de sobra que nos hemos pasado de la fecha de caducidad.

Lo peor es que siempre ha sido así. Si la vida fuera un centro comercial con varias puertas nunca podríamos coincidir. Tú entrarías por la que se abre sola, sin pensar, como si las cosas fáciles fueran las mejores. Y yo, ni siquiera pasaría por la de empujar, porque sigo creyendo que las cosas fáciles nunca pueden llegar a ser maravillosas.



El problema es que tú sigues sin querer entenderlo.