30 mar 2014

Nada

Siempre le gustaron aquellos bares. No era por la decoración, ni por los precios. Ni siquiera porque pusieran buena comida. El caso es que cuando estaba en ellos se podía decir que estaba como en casa. Sería cuestión de magia, pero por un momento creyó que podría quedarse a vivir allí. Hasta que un día el garrafón pasó a servirse en forma de derrotas.

También le gustaba aquella canción. Su ritmo era sencillo y la armonía también. Para él era una sensación horrible. Llevaba diez años estudiando música y no podía explicar qué tenían de especial aquellas notas. El caso es que podía pasarse escuchando esa canción horas y horas. Y de repente, un día cualquiera, perdió toda la magia. Quizás, es que a los mejores magos también se les descubren sus trucos.

Siempre le gustaban las mismas personas. Las difíciles de comprender y descifrar. Algunos no lo entendían, pero él siempre les explicaba con una sonrisa que las personas no son fórmulas matemáticas. Y que cuánto más cuesta despejar la equis más bonito es el resultado.

Era sábado. Ella estaba en esos bares y justo sonaba aquella canción. Sacó la cartera e invitó a una ronda de futuro, bien cargada de ilusión, esperando una respuesta. Y entonces él lo supo todo porque ella no dijo nada.



“A veces la palabra que mejor lo resume todo es nada” – Benjamín Prado

16 mar 2014

Viaje a ninguna parte

Científicos de todo el mundo investigan una línea directa hacia tu boca. Crimea busca excusas para darle plantón a Rusia, ya que lo quiere es anexionarse a tu sonrisa. Y siguen las retenciones en la autopista que une tu aurícula izquierda con tu ventrículo derecho.

Esa carretera tiene el récord de puntos negros, ya que casi nadie es capaz de llegar a tu destino. Programo el GPS por tus curvas e invierto todos mis ahorros en simpatía. Sé que acabaré en bancarrota, pero por un día no seré un discapacitado sentimental al volante. Tengo suerte y atravieso tus fronteras, ya que tus policías se han olvidado de pedirme los papeles del autoengaño.

“Ha llegado a su destino” - me dice una vocecita estúpida. Y es que aquí todo es estúpido porque nada tiene sentido. La luna no miente, las promesas se cumplen y los planes acaban saliendo. Y hasta los políticos me caen bien, ya que no hay crisis que valga si te vienes a bailar conmigo.

Hasta que…..despierto. Y el que ríe el último no es el que ríe mejor, sino el que ríe contigo.



“Nadie se muere por nadie, porque todos se mueren por ti” – Adriana Moragues

3 mar 2014

Santiago D.C.

La lluvia es arte, porque contigo siempre llueve a gusto de todos. Iluminas la catedral con la mirada, pero también puedes ser el callejón sin salida más maravilloso de la zona vieja. Mi deporte preferido es verte pasear por la Alameda. Y no hay mejor peregrinaje que el que me lleva hasta tu boca.

El vino del Orense parece de etiqueta si lo bebes tú. Y todos, absolutamente todos, acabarían el París-Dakar si tú fueras la línea de meta. La policía ha desalojado botellones en el Ensanche por exceso de comentarios sobre tu risa. Y el clínico se llena de comas etílicos por tu mirada los jueves que sales a matar.

Haces que la tuna se equivoque cuando bailas para ella. También, puedes ser la proyección por la que se agotan todas las entradas en Cineuropa. Siempre me ponen la mejor tapa en los bares si les hablo de tu sonrisa. Y eres la mejor puesta de sol que se ha visto en el Parque de Bonaval.

   

Y Santiago solo fue de Compostela el día que te quise así