Me he perdido, lo reconozco, y lo he echado demasiado de
menos. Supongo que las obligaciones nos hacen perder tiempo, o ganarlo, nunca
lo tendré demasiado claro, porque creo que en este mundo que nos ha tocado
vivir todo es demasiado relativo.
Sin embargo, lo echo demasiado de menos aunque no lo quiera
reconocer. El otro día me preguntaron si sería capaz de dejar todo por vivirlo
así, en una vida diferente, y entonces he recordado lo importante que son estas
cosas son para mí, aunque sean quizás de una época desactualizada a la mía.
Porque el mono es el mono, y si cuando llueve los ríos se escapan
de su cauce para arrasar con todo, cuando nos bloqueamos supongo que nos ocurre
algo similar. Y hoy vuelvo a casa y sonrío, porque de nuevo volveré a sacar
tiempo para ella y porque de nuevo se me ha ocurrido una metáfora digna de
publicar.
Es que sin música, la vida es mucho más complicada.