14 ene 2012

Arrancando motores



No tenía ganas de enero. Arrancar las cosas cuesta, como los coches por la mañana. Y más cuando la noche anterior hace frío. Cuando pasa eso, normalmente necesitan un empujón. Y en enero otra cosa no, pero hace demasiado frío.

Y ahora que llega la cuesta de enero de los acuerdos, los años, las películas, los guiones, los autores y las ganas de nada; todos nos sentimos como ese coche al que le cuesta arrancar a las ocho de la mañana.

Por suerte, a G ya le ha llegado su empujón…y ha venido en forma de concierto, de un concierto increíble en compañía inmejorable. Un empujón que le ha quitado el frío de golpe. Y ahora solo queda apretar los dientes y aguantar porque el tiempo, aunque parezca que no, acabará pasando. Y después, los momentos como los de ayer se multiplicarán por lo que queramos.

Suerte y ánimos para todos los que sufráis al plan Bolonia y sus exámenes estas semanas